17 nov 2013

500 dibujos de fachadas

Construir dibujando...  o dibujar construyendo... o al revés…
      
     Conferencia en la Escuela de Arquitectura de la Universidad Politécnica de Valencia, 14 de noviembre.











Nunca imaginé que mis dibujos podrían tener interés al margen de lo inmediato, mientras se hacen, durante las conversaciones que mantengo colaborando con arquitectos, con mis compañeros de estudio o con mis alumnos y, obviamente para mi.


Cuando en la primavera de 2012 Fernando Amat me propuso exponer en La Sala Vinçon de Barcelona acepté, con más confianza en su criterio que en el mío. Pensé que lo imprescindible era dibujar en directo, como hago habitualmente en las pizarras de las escuelas y en las reuniones de trabajo. Las dudas acerca de qué exponer y cómo hacerlo las resolvimos con Romà Arranz y Francesc Pla -uno historiador del arte, el otro, arquitecto- amigos que me ayudaron a centrar los criterios y seleccionar parte del material disponible.














                                                            panorámicas de la disposición de la Sala Vinçon durante la exposición 
                                                          en Mayo de 2012: paneles expositivos y, sobre todo, pupitres y pizarras.

En esa muestra se exponían, fuera de su contexto habitual, una colección de colecciones del resultado de mi pasión por el dibujo en diferentes registros: algunos de los cuales sirven para comunicar ideas, otros sirven para apoyar las bases de la técnica, otros se han publicado en manuales y revistas especializadas. La mayoría para hacer comprensible la materialización de las ideas.

Los más de 300 dibujos a mano de la exposición, trataban de integrar parte de conocimiento de la técnica y de los materiales de construcción con lo que, se supone, una cierta habilidad para narrarlo.  Porque dibujar bien no es suficiente.

El dibujo es una manera de explicar aspectos fundamentales de la técnica de construcción y de sus envolventes, que permite reflexionar acerca del proceso desde la idea a la realidad, a la vez que se mantiene un aprendizaje y búsqueda constante: esto es dibujo útil.















clase para los alumnos del Máster en Iluminación Arquitectónica de ELISAVA 2012

Durante el tiempo que estuvo montada la exposición, se programaron varias jornadas técnicas para profesionales - organizadas por EURONIT- y muchas otras actividades relacionadas con la docencia para la Escola Massana, Elisava y el Máster de Tecnología de la UPC.

También hubo algunas clases de dibujo para debutantes y para iniciados… así las pizarras y el aula que se había instalado en La Sala Vinçon tuvieron todo el sentido y cambiaron su imagen, en directo, día a día.
















clase para alumnos de la Massana

En una de estas sesiones, organizada por el Profesor Jaume Avellaneda de la UPC -mi director de tesis doctoral- tuve la suerte de coincidir con el Profesor Vicente Blasco, del departamento de Construcción de la Escuela de arquitectura de Valencia- con el que compartimos las pizarras y pudimos disfrutar con sus magníficos dibujos de construcción. Al terminar, me propuso dar una conferencia en su Escuela. El pasado jueves 14 de Noviembre pude, por fin, estar en Valencia explicando a un buen grupo de alumnos y profesores estas experiencias relacionadas con el dibujo y la construcción. Agradezco enormemente su interés en organizar la conferencia y, especialmente, el tiempo que dedica a enseñar a construir dibujando, pasión que compartimos.





Hablamos de dibujo?

Un esbozo no es un dibujo final. Es parte esencial del proceso de diseño, sirve para explorar las ideas y los conceptos y, sobre todo, es un mensaje muy personal.

Sirve para recordar lo que vemos, imaginar lo que creamos, para fijar emociones, pensamientos e ideas, a la vez que para estimular la percepción y la creación.

Dibujando, vemos, comprendemos, asimilamos, integramos, imaginamos, expresamos y, al final, construimos. Es el medio típico para comunicar las ideas y es un modo de expresión ágil. Es la manifestación del pensamiento y parte fundamental de la comunicación. Por ello, el dibujo facilita la exploración, facilita la evolución del proceso y la valoración de las decisiones.








El dibujo a mano.

Las convenciones del dibujo son la representación en 3D en una superficie plana para crear el efecto de la visión en volumen. Mediante la perspectiva como convención, será posible explicar la posición, el tamaño, el volumen y las proporciones, la calidad superficial y material, la solidez la transparencia o el color de los objetos.

No todos los dibujos están pensados para desarrollarse con esta técnica y, por tanto, está clara la voluntad de satisfacer, de inmediato, la imaginación del observador ya sea para enseñar, para dar instrucciones a un operario, colaborador o a cualquiera que lo vea, en el lenguaje adecuado para facilitar su comprensión sea, o no, conocedor de la técnica.

Por otra parte, no es un dibujo terminado: es un recurso del proceso creativo y, por tanto, es parte de la exploración de las ideas y, sobre todo, no responde a un código normalizado, es muy personal.


Al dibujar, hay que tener clara la intención y preparar el final, seleccionando el punto de vista, las capas, los elementos importantes, la secuencia de construcción, la proporción, el espacio disponible... Para explicar y, sobre todo, imaginar el resultado.


Taquigrafías. La narración mientras se dibuja

Hablando de la utilidad del dibujo, Le Corbusier decía que la taquigrafía es un soporte simbólico de las de fases sucesivas y complementarias de la transmisión del pensamiento.

La magia del dibujo se debe a la subjetividad,  a la espontaneidad y a la capacidad expresiva del pensamiento personal. Por este motivo, el dibujo relacionado con la narración en general y especialmente el dibujo de construcción, necesitan 3 características fundamentales: concreción para evitar la ambigüedad, economía de medios y brevedad, o lo que es lo mismo, inmediatez.



Doodling

Los garabatos son una controvertida actividad que aparentemente podría hacer evidente el desinterés por lo que estamos escuchando y, hasta cierto punto, de quien las explica. La traducción directa del inglés del término doodling sería tonteando. Hay quien dice que son los trazados espontáneos que ayudan a pensar. Para mí, son también aquella suerte de garabatos que hacemos automáticamente cuando atendemos las explicaciones de los demás.


El aprendizaje, como actividad voluntaria, requiere fundamentalmente de percepción visual, auditiva, lectora y escrita, pero también la kinestésica -palabra alude a la sensación que un individuo tiene de su cuerpo y, en especial, de los movimientos que éste realiza- a la que hay que añadir la emoción, sin la cual no es posible aprender nada.

Pues bien, para entender y asimilar el conocimiento necesitamos un mínimo de 2 niveles de percepción: normalmente la visual y la auditiva.  Por tanto, cuando garabateamos o practicamos doodling, estamos potenciando la kinestésica y, con ello, forzando la atención en mayor grado que cuando simplemente escuchamos.



Por ese motivo, garabateando, más o menos ordenadamente, mientras explicamos o escuchamos ponemos en marcha la única manera que tenemos de expresarnos y aprender.
Del mismo modo que el pensamiento se fija cuando se escribe, las ideas se concretan sólo cuando se dibujan.


Un dibujo para cada momento
Dibujamos en diferentes estados del proceso de proyecto, fundamentalmente explorando para enseñar.
Los dibujos de arquitectura son la manera de ordenar un discurso que soporta la argumentación del largo camino que nace en el mundo de las ideas: los conceptos arquitectónicos y la definición de los sistemas que, al final, se concretan en los detalles constructivos.


Con un simple lápiz en la mano se pueden hacer diagramas o visiones simplificadas, abstracciones o croquis de fórmulas más complejas, que son parte fundamental del proceso de proyecto y, por tanto, son de gran ayuda para entender la evolución del proyecto y favorecer su comprensión.

La supuesta calidad estética de un dibujo no es suficiente para el tema que nos ocupa. Además, debe ser útil para procesar la información y para la invención.
Cuando dibujamos construyendo en el proceso creativo, vamos a simultanear gráfica y narración con precisión, así como con leyendas y pies de imagen para que las ideas queden inequívocamente claras.




Un detalle constructivo no es sólo un dibujo grande, pero sí que puede ser un gran dibujo porque puede llegar hasta donde la palabra no llega.


Este resumen de la conferencia de la Universidad de Valencia, en la que para apoyar los argumentos mostramos más de 500 dibujos, no es una reivindicación romántica de la mano alzada, es el presente vigente y el futuro: porque dibujamos para pensar, imaginar, construir y al final para hacer arquitectura.



El talento puede ser el punto de partida, 
pero la habilidad se adquiere practicando… 
es cuestión de ilusión!






Xavier Ferrés i Padró


En Barcelona para Valencia 16 de noviembre de 2013




1 comentario:

  1. Estimado Xavier, aunque no lo creas, verte dibujar es un auténtico placer, como a la vez que explicas un concepto lo contextualizas en papel, quizás no te des cuenta, pero algunos disfrutamos al ver tus dibujos a mano en cualquier revista, libro, servilleta, ...
    Espero que nunca dejes de hacer lo que tanto te gusta y que nosotros podamos disfrutarlo.
    Un saludo.
    Sergi Castel

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