Pasando unos días en Paris, el 18 de Julio coincidí con Xavi y con el arquitecto y amigo Jean Pierre Bouanha. Actualmente, tienen allí 3 proyectos que desarrollan a caballo entre Barcelona y París.
Jean Pierre tiene su estudio de arquitectura con Jean-François Parent en el centro de Saint Denis, al noroeste de Paris, donde fuimos a acabar de preparar la documentación necesaria para una reunión con el cliente, cerca de Étolie. Después de un par de horas hablando de otro proyecto, nos movimos para ver un edificio en la Rue Cortambert, en el 16ème.
Se trata del edificio anexo a un magnífico palacete, situado en el jardín interior, que hay que actualizar. El edificio en cuestión construido en los 50 con una fachada convencional de obra vista y estuco, tiene una interesante particularidad: sus ventanas.
Las ventanas de perfiles de acero, con los cantos romos caracterizan la fachada y hay que mantener todo lo posible para conservar su personalidad. Al tratarse de tecnología de bastantes décadas atrás, no podemos pedirle muchas de las prestaciones que encontramos en las perfilerías de hoy en día, pero aún así, han envejecido razonablemente bien durante los últimos 60 años gracias a ingenios y trucos que sus diseñadores desarrollaron simplificando las geometrías o con recursos novedosos en su época, entre ellos, un canal para la recogida de las condensaciones, ya que no se podían evitar los puentes térmicos, por ejemplo.
El cliente quiere reformar el edificio manteniendo su imagen para ponerlo a punto y cumplir con las exigencias y normativas energéticas y esto, aunque no lo parezca, no está reñido con la conservación de unas ventanas tan particulares. Pero para saber qué se puede aprovechar, y qué hay que modificar, hace falta saber cómo está construida la fachada y para ello tenemos que plantear una HIPOTESIS de cómo son las ventanas.
Muchos de los que visitáis FACFACADE, como yo, estaréis todavía estudiando la carrera y sabréis la dificultad que supone dibujar una sección constructiva de una ventana en axonometría. 10 minutos para pensar y entender cómo es, 5 más para plantear el dibujo y 20 más para hacerlo lo más correcto posible. En el vídeo veréis que a Xavi sólo le hacen falta un par de minutos para resolver las dudas del constructor. Además el “examen” es en directo y solo hay una respuesta válida: apto o no apto.
No es muy habitual ver cómo se comprueba una hipótesis sobre la marcha, en este caso se pudo llamar a un operario para hacer una cata y cortar 2 cm del marco de la ventana. Así se pudieron corregir algunas aproximaciones y comprobar en directo lo exacto de la HIPOTESIS.
Habréis comprobado la rapidez de ejecución que dan 30 años de experiencia... Ánimo, que todo llegará!
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